Con un inicio de partido muy igualado ante un peso pesado de Europa, que llegaba al Coliseum con confianzas renovadas tras nueve victorias consecutivas, el san Pablo puso en serios aprietos al Real madrid, que cerró el marcador en el primer cuarto con un apretado 17-18.
El segundo cuarto comenzó con la misma intensidad e igualdad, la afición burgalesa soñaba con mantener esa dinámica, el 26-24 vino acompañado de un tiempo muerto que reclamó Pabl Laso en un intento por poner fin al desgobierno madridista sobre el parquet. Sin embargo, el Real Madrid parecía sufrir cada vez más (40-37), con un parcial de hasta 7-2 para llegar al descanso con un marcador favorable de 45-39.
El San Pablo mantuvo la lucidez arriba si bien sufrió algo más en defensa, la diferencia entre contrincantes legó a estirarse hasta los 8 puntos pero la presión ejercida por el conjunto madrileño provocó los primeros errores en los burgaleses.
Tras un trepidante tercer tiempo, en el que Deon Thompson fue un calro protagonista, se cerraba el luminoso con un deslumbrante 73-68 que la afición celebraba.
Ya en el cuarto tiempo, los azules comandaban el marcador y continuaban luchando por una victoria más que alcanzable. El real Madrid, que trató de hacerse con el encuentro metiendo una marcha más que los locales sufrieron pero supieron encarar, se puso por delante en un 83-84. Desde ese momento el aro le negó al San Pablo canastas que hasta ese momento habían entrado, ya en el 87-95 "Epi" paró el partido con un marcador que se antojaba difícil de dar la vuelta. a pesar de todo los guerreros azules, arropados por toda la afición, plantaron cara a un Real Madrod que impuso su ley pero se vio en serios apuros de principio a fin.