Estos bloques de viviendas con un consumo energético casi nulo que comenzaron a construirse en la década de los 90, han llegado a nuestra ciudad.
El estándar de construcción Passivhaus no sólo avala un consumo energético de calefacción y refrigeración a un precio asequible a través de aislamientos y ventilaciones mecánicas, entre otros elementos, sino que asegura un pleno confort interior tanto en invierno como durante los meses de verano.
La construcción y rehabilitación serían, además, un paso necesario en el compromiso que adoptó la Unión europea con respecto a la reducción de emisiones de CO2 y un avance en la “ambientalidad” y sostenibilidad de las infraestructuras puesto que la energía suplementaria que necesitan los edificios para mantener la temperatura puede suplirse con energías renovables. Un paso más para conseguir edificios que supongan un coste cero para el planeta, pero ¿cómo funciona exactamente?
En primer lugar, un buen aislamiento térmico que permita una baja transmisión térmica y que genere una cobertura continua del exterior para evitar juntas por las que se pueda sufrir alguna pérdida de calor. La fachada, así mismo suele reforzarse con lana de roca. En función del clima se optimiza el espesor del aislamiento.
Seguidamente, los puentes térmicos, son otro elemento vital para el bajo consumo energético de este tipo de viviendas. La práctica desaparición de los mismos a través de capas de aislamiento continuas y materiales de resistencia térmica muy elevada permite un consumo aproximado de 0.01W/mK.
En tercer lugar, la ventilación mecánica junto con ventanas de triple vidrio. Este tipo de ventilación recupera parte de la energía que sale hacia fuera y mediante soportes mecánicos renueva un tercio del aire del interior, este hecho junto con las ventanas rellenas de argón o criptón resulta en un edifico sostenible.

Nuestra inmobiliaria cuenta en su cartera con, no uno sino dos, edificios que cumplen las características anteriores y que, por lo tanto cuentan con un consumo energético muy bajo y respetuoso con el medio ambiente. Tanto las viviendas unifamiliares de Villímar como las Villas de Yagüe han obtenido la certificación Passivhaus.
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